5 consejos para una laminación perfecta de pestañas

¿Haces laminación pero el resultado no te satisface?

1. La preparación adecuada es la clave de todo. Una laminación de calidad comienza con una limpieza minuciosa de las pestañas. ¡Sin restos de maquillaje, crema o sebo! Si la superficie de las pestañas está sucia, el producto no podrá penetrar en la estructura y el efecto será débil o poco duradero. No descuides la etapa de limpieza, ya que es la que crea un “lienzo limpio” para un resultado perfecto.
2. Selección del rodillo. Al elegir el rodillo, analiza la longitud de las pestañas, la dirección del crecimiento, la densidad, la forma de los ojos y el efecto deseado. No existe un tamaño “universal”; un rodillo mal elegido puede arruinar incluso una colocación perfectamente realizada.
3. La colocación técnicamente correcta es el 50% del éxito. Comienza desde la zona de la raíz, levanta suavemente las pestañas hacia el rodillo y evita bolsas de aire. Asegúrate de que cada pestaña se adhiera firmemente al rodillo y siga su forma. Incluso una pestaña torcida o mal pegada puede arruinar el aspecto general. No te apresures: la velocidad llegará con la experiencia, pero la calidad debe ser constante desde el primer día.
4. Timing = precisión. Sigue el tiempo de exposición recomendado para cada producto según las instrucciones de la marca. Pero no dependas solo del temporizador: revisa las pestañas durante el proceso, ya que cada estructura reacciona de manera diferente al producto.
5. No olvides la nutrición. La etapa final no es solo el cierre del procedimiento, es una inversión en el resultado para el cliente.